Dada la cantidad de variantes, novedades frecuentes y la complejidad que muchas veces tienen estos asuntos es que se hace necesario y se aconseja consultar con un contador especializado en impuestos para gestionar adecuadamente estos asuntos. Igualmente es mejor saber de que hablamos cuando hablamos de impuestos en las empresas.
Impuestos Nacionales:
En este apartado identificamos al IVA (Impuesto al Valor Agregado) y al Impuesto a las Ganancias. Estos impuestos configuran, sin duda, los tributos de mayor impacto impositivo y financiero en las empresas del territorio nacional. En cuanto al IVA sepamos que, en caso de ser monotributista, este impuesto se encontrará subsumido dentro del pago mensual del monotributo y por lo tanto no se dispondrá de la posibilidad de “desglosarlo” o de tomar su crédito a favor. Es por esto que decimos que se debe asumir como un costo aunque, a veces, a costa de perder competitividad en el negocio. En el resto de los casos, sea para autónomos o sociedades comerciales, el IVA de los proveedores puede trasladarse al cliente o consumidor final. En cuyo caso no debe ser entendido como costo, pero deberá tenerse igualmente en cuenta por el desfasaje financiero que la empresa deberá soportar hasta tanto utilice dicho crédito fiscal en el mes entrante. Sepamos que, en algunos casos, el cobro o compensación de dicho impuesto puede llegar a demorarse hasta 45 días lo que, en una Pyme, puede ser bastante considerable. El impuesto crece desde un 10,5% (ej. bienes de capital), en el menor de los casos, hasta un 27% (ej. telecomunicaciones). Aunque, en la mayoría de los casos, el promedio recae sobre el nacional y popular 21%.
El Impuesto a las Ganancias, tributa sobre las ganancias o beneficios del ejercicio anual. En el caso de las personas físicas impactará desde un 9% hasta el 35% de sus ingresos. En cambio, para el caso de personas jurídicas resume en un contundente 35%. Recordemos aquí la diferencia cuando, en el flujo de fondos o en el resultado de los balances, diferenciamos la ganancia bruta (sin el descuento de los impuestos) de la ganancia neta (incluye descuento de impuestos), que en definitiva, es la “ganancia real o de bolsillo”. Aunque y, a decir verdad, debo mencionar aún que en el caso de las Pymes argentinas caracterizadas usualmente por tener dificultades de acceso al financiamiento y problemas financieros, este valor puede mermar considerablemente. Patricia, una profesora mía de contabilidad estratégica, me comentaba que lo recomendable para las Pymes en nuestro país (y a modo de regla) es que la ganancia neta se divida en 3 partes iguales: una la tomo como retiro de utilidades, otra para previsiones o inversiones y la última para capital de trabajo. Entonces, sobre este ejemplo, me quedaría en mano 1/3 de la ganancia neta como beneficio de bolsillo. ¿Se entendió?
Como se mencionó al inicio, el impuesto a las ganancias, resulta en un impuesto anual por lo que su impacto financiero es muy importante especialmente si se le hicieron retenciones considerables a la empresa en concepto del impuesto de antes. Para el caso que, un agente de retención haya retenido en enero, se puede llegar a demorar hasta 16 meses para ser aplicado y descontado en la correspondiente presentación anual.
El impuesto a los débitos y créditos bancarios no es otra cosa que el conocido “impuesto al cheque”, alcanzando el 1,2% del valor de todos los cheques.
Impuestos Provinciales:
El principal tributo en este caso es el de Ingresos Brutos que también lo encontrarás abreviado por sus sílabas en IIBB. Este impuesto es de suma importancia dado que impactará en absolutamente todas las ventas que realices en un procentaje que oscila entre el 3% y el 12% dependiendo de la actividad económica y de la juridicción. Dado que es un impuesto que grava sobre las ventas se debe incluir en la estructura de costos del producto o servicio a facturar como si fuera un costo directo. El promedio para CABA es del 3% y para BsAs del 3,5%.
Por último encontramos el impuesto al sello y, los llamados inmobiliarios (no susceptibles de compensación) siendo la Dirección de Rentas Provincial la encargada de recaudarlos. En el caso de la Provincia de Buenos Aires el ente recaudador es ARBA.
Impuestos municipales:
Varían de acuerdo al municipio pero en general son tasas y/o tributos municipales que, si bien tienen un costo, prometen en algún caso contraprestación de servicios como el clásico ejemplo de alumbrado, barrido y limpieza. También podemos encontrar la Tasa de Seguridad e Higiene que grava entre un 0,3% a un 2,5% de las ventas. No nos olvidemos del ya conocido impuesto por publicidad en vía pública en caso de disponer de algún cartel o marquesina, al que a partir de los últimos años, se adicionó en algunos municipios el impuesto a las calcomanías comerciales en vidrieras. No creas aún que terminamos porque también existe una tasa que tributa sobre los motores o fuerza motriz que se mide de acuerdo a los KW de energía consumida. Ahora sí y a modo de cierre tengamos en consideración, para las actividades en las que aplique, la tasa de los generadores especiales de residuos.
Impuesto a los bienes personales:
Es el impuesto que grava a las personas físicas por medio de los bienes personales declarados de cada año con cierre al 31 de diciembre. Aplica para todo aquel que posea inmuebles, rodados (vehículos) o saldos en cuenta corriente y efectivo, sea en pesos o moneda extranjera, por un valor cuya suma sea igual o superior al monto de $305.000 pesos.- La alícuota del impuesto será para los casos que se encuentren comprendidos entre 305 y 750 mil pesos de un 0,5% sobre el excendente. Para el caso de encontrarse entre 750 mil a 2 millones de pesos el 0,75%; en el caso de estar entre los 2M y 5 M es el 1% y, por último, aquellos que superen los 5M pagarán el 1,25%.
Impuesto a la ganancia mínima presunta:
Este impuesto también debutó en ocasión de emergencia, impuesto complementario al impuesto a las ganancias. Si bien la determinación sobre los activos es anual, es posible que se determinen anticipos, por lo que deberemos tenerlo en cuenta en las finanzas. Este impuesto fue creado como el impuesto mínimo que un contribuyente debe ingresar en concepto de impuesto a las ganancias en un determinado período fiscal. Bajo estas circunstancias se presume que este mínimo es el 1% de los activos al cierre del período fiscal bajo análisis. Aplica a las personas que, de acuerdo con las pautas de valuación de los activos gravados, tengan un patrimonio que al 31 de diciembre llegue o supere los $ 305.000.
Debes tener en cuenta que, en todos los casos mencionados los montos, topes y/o los procedimientos contable tributarios pueden modificarse total o parcialmente por medio de actualizaciones o cambios en la ley difiriendo así en la forma de aplicarlos o liquidarlos. Por tanto y, al momento de tomar decisiones importantes, asesorate con un profesional idóneo.
Creo que después del rápido pero inolvidable recorrido que hemos transitado juntos en esta nota entenderás porque soy tan insistente en llevar al día y de manera puntillosa los costos en la empresa ya que puede suceder que, en algún momento, se nos escape algún impuesto y que un costo no haya sido correctamente valorizado o contemplado en su dimensión financiera y que, por tal motivo, repercuta de manera negativa en el flujo de fondos de la empresa.
Por tanto a arremangarse, a afilar el lápiz y a construir una empresa sólida y consistente desde el punto de vista económico financiero a la vez de lograr, por medio de la innovación de procesos, darle “una vuelta de rosca” al negocio a fin de alcanzar la competitividad empresarial.
TAGS: Administración y Finanzas, impuestos, tasas, negocios Pymes Argentina.
POR: Santiago Rodrigo
CEO Pareto Consultora. Es vinculador tecnológico por la Universidad de San Martin. Lidera el equipo de Pareto Consultora ofreciendo soluciones a Pymes y emprendedores en diversas temáticas mediante la implementación de herramientas ágiles aplicadas a la producción y a la gestión estratégica de los negocios. Analista de costos e implementador de Programas de Eficiencia Productiva para reducir pérdidas (metodología Japonesa) propiciando el aumento de la competitividad empresarial.
Consultor asesor para la Fundación Sadosky especializado en empresas TIC ejerciendo un rol de articulación entre las universidades, el estado y la industria IT. Asesoramiento en la gestión de proyectos de inversión en las principales líneas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y en otros instrumentos de financiamiento público. Coach y mentor para diversas instituciones nacionales e internacionales vinculadas a negocios y al diseño como ventaja competitiva. Conferencista y speaker en eventos del ecosistema emprendedor. Actualmente profesor en la Cámara Cafydma y en el Programa de Academia BA Emprende del GCBA, donde se desempeña como referente temático en costos y finanzas.