Cómo elegir el mejor emprendimiento

Ya decidiste que querés emprender, pero no estás seguro de qué tipo de negocio deberías arrancar. ¿Cómo definir el proyecto “adecuado” para cada uno? Todo comienza con el propósito.

Afortunadamente no hay un único punto de partida válido, porque para cada uno el proceso es diferente y para completarlo tenés que respetar tus términos y tu tiempo. Para mí, el mejor de los motores de cualquier proyecto es hacer lo que nos apasiona, lograr vivir de lo que nos gusta mientras buscamos generar impacto positivo en el entorno.

¿Qué es mejor que hacer lo que te gusta? ¡Que te paguen por eso!

Un buen disparador para elegir tu emprendimiento tiene que ver con encontrar aquello que disfrutás hacer y transformarlo en un medio de vida. Hacer de tu propósito un negocio rentable.

Es importante que sepas que a veces la búsqueda del propósito es mucho más difícil que la del tesoro y requiere de un gran trabajo de introspección, así que hay que estar listo para afrontarla. Si estás dispuesto a intentarlo, te dejo un ejercicio que a mí me sirvió mucho, la Matriz de Propósito.

¿Te acordás de los conjuntos de la primaria? Esto es algo parecido. Una serie de círculos que se interrelacionan entre sí con estos 4 elementos:

Vamos a ver ahora cómo se completa. A diferencia de los conjuntos, este trabajo no es tan matemático y conlleva mucho análisis (del más complejo): el autoanálisis. El proceso para armar esta matriz es tomar cada uno de estos círculos e ir completándolos según sus consignas:

Lo que te encanta hacer. Cosas que te guste hacer. Vale poner “tejer a crochet”; “amasar pizza”; “resolver problemas”; “bailar” o “hablar en inglés”. No te limites en este punto ni tengas vergüenza en admitir aquello que disfrutás haciendo.

Lo que hacés bien. Dejá la modestia de lado y enumerá aquello en lo que sabés que sos realmente bueno. Si te cuesta, pedile a alguien que te conoce que lo haga o tratá de memorizar los halagos que hayas recibido para ver si detectás algo. A mí, por ejemplo, me piden mucho que corrija o escriba textos, eso me demuestra que soy buena escribiendo. Vos tenés que ser bueno en algo, empezá a anotar.

Por lo que te pagarán. Qué de todo aquello que te gusta hacer y hacés bien es un potencial servicio o producto para otro. Volviendo a los ejemplos anteriores, te gusta bailar, pero inicialmente no se te ocurre que nadie quiera pagarte por eso. Ahora bien, dale una vuelta de tuerca, podés abrir una escuela de danza y vender un servicio mientras bailás todo el día.

Lo que el mundo necesita. No estamos buscando salvar al planeta. En este círculo lo que tenemos que hacer es detectar necesidades. Siempre te comento que somos clientes 24 horas por día y en ese rol encontramos oportunidades de mejora o desarrollos. ¡Anotalas todas!

Muchas veces es difícil empezar a trabajar frente a este papel en blanco, por eso, te voy a dejar un TIP que suelo usar en los talleres con emprendedores. El ejercicio se llama 30 cosas sobre mí y consiste en escribir una lista tipo supermercado con atributos, habilidades, fortalezas, gustos, hobbies, objetos preciados, secretos, fortalezas, deseos, todo lo que te venga a la cabeza y que te represente. Una vez que tengas esa lista completa, tratá de ubicar cada palabra en el círculo que corresponda. Algunos te van a quedar muy llenos y otros no tanto, pero lo importante son las intersecciones donde se unen.

Luego del trabajo arduo de exprimir tu creatividad vas a tener estos circulitos llenos de palabras. Y te podés encontrar con estos casos:

1) Cosas que amás hacer y sos bueno, pero por las que nadie pagaría (Estas pueden quedar como hobbie).

2) Cosas que el mundo necesita y amás a hacer, pero no sos bueno (¡Es momento de capacitarte!)

3) Cosas que el mundo necesita y está dispuesto a comprar… pero no lo amás (Se puede emprender haciendo cosas que no nos gustan, pero no lo recomiendo, igual es tu elección).

Si tenés la suerte de que 1 palabra termine en la intersección central donde se unen todos los círculos ¡FELICITACIONES!! Habemus un ganador. Eso que está ahí es el reflejo de tu propósito porque lo amás, lo sabés hacer, el mundo lo necesita y además te van a pagar por eso. Ahora que ya sabés de que va tu emprendimiento, tenés el punto de partida de una idea de negocio.

Si llegaste hasta ahí estarás un poco agotado pero feliz, por eso el trabajo terminó por hoy. En la próxima nota vamos a ver cómo empezar a hacer de esa idea un emprendimiento.

¡Nos vemos!

TAGS: Emprendedores, Propósito, Recursos Humanos, Negocios, Autoconocimiento.

POR: Florencia Chiesa.

Mi nombre es Florencia Chiesa y soy Consultora. Me recibí de Licenciada en Relaciones Públicas y me especialicé en el área de Comunicación porque siempre me gustó contar historias. Hoy tengo mi propio emprendimiento: Suara, una consultora desde donde asesoro y capacito a emprendedores, startups y empresas, convencida de que, mejorando la comunicación, podemos mejorar nuestras relaciones. También soy parte del equipo de formadores de #ArgentinaEmprende. Sigamos en contacto. @opichie

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